20 delitos de estafa, 276.470 euros esquilmados, todo por internet. La Guardia Civil ha destripado una red de estafadores online en Móstoles y otros puntos de Madrid, Toledo, La Coruña y Badajoz. El operativo se llama Aguas Vivas…

…y han caído 16 personas de Móstoles, Parla, Madrid, Ribeira (La Coruña), Seseña (Toledo), Villafranca de los Barros (Badajoz) y Aranda de Duero (Burgos). Les acusan de estafa y pertenencia a organización criminal.
Los aprovechados calzaban un software malicioso en el ordenador de las víctimas, mediante el correo electrónico y suplantando a organismos públicos como la Agencia Tributaria o Correos. Con la treta, los ahora detenidos desviaron a las cuentas grandes cantidades de dinero, presuntamente.
Lo esclarecido consiste en 20 delitos de estafa y 276.470 euros. Del total, la Guardia Civil ha podido recuperar 87.000 euros. Lo más acongojante es la intención que tenían los delincuentes: transferir a sus cuentas 3,5 millones de euros. Por fortuna, pudieron bloquear esos movimientos, analizando 1.800 correos.

Niveles y precauciones
La Guardia Civil destaca lo organizados que estaban los estafadores: 4 niveles de jerarquía, en concreto. Nivel 1: los que recibían las transferencias fraudulentas de las cuentas de las víctimas. Nivel 2: los que transferían las ganancias a otros miembros de la organización. Nivel 3: los que transferían el dinero a cuentas en el extranjero. Y nivel 4: los que opacaban todo el operativo online.
Los estafados recibían en el buzón electrónico correos supuestos de Hacienda, Correos o la Dirección General de Tráfico. En apariencia se trataba de deudas fiscales, paquetes por recoger y multas. Lo que pasaba es que al pulsar sobre el enlace, la dirección web a la que les conducía no era la real. Era otra, en segundo plano, que les endosaba un software trapacero que se iba a apoderar del dinero.

La red de esquilmadores tenía 30 cuentas corrientes preparadas para apropiarse del dinero ajeno y se ponía en marcha la jerarquía de niveles, entre cuentas, efectivo y hasta bizum. ¿Cómo lo notaban las víctimas? Pues en que sus ordenadores se reiniciaban sin tino, y que había transferencias a cuentas de desconocidos.
Desde el Instituto Armado se aconseja precaución con los correos electrónicos y que se cercioren sobre las comunicaciones de los organismos públicos.